En este sitio web encontraras diversos tema de interes para los jovenes


Blog

10.07.2014 10:04

Tutankamon

 

Tutankamón

 

Faraón egipcio de la XVIII dinastía (?, h. 1372 - Tebas ?, 1354 a. C.). Tutankamón era yerno del faraón Akenatón, que murió sin dejar hijos varones; por ello le sucedieron sus yernos, Semenkera y Tutankamón; este último, hermano del anterior, accedió al Trono hacia el 1360 a. C. De hecho, hasta la muerte de su suegro, Tutankamón llevó el nombre de Tutankatón, en honor del dios solar Atón cuyo culto había impulsado Akenatón con carácter casi monoteísta.

Tres años después de acceder al Trono, el nuevo faraón restableció el culto tradicional y, consiguientemente, el poderío de los sacerdotes de Amón, seriamente debilitado en el reinado anterior; al mismo tiempo, devolvió la capitalidad a Tebas, abandonando la capital creada por Akenatón en Amarna; y para simbolizar estos cambios, sustituyó su propio nombre por el de Tutankamón (que significa «la viva imagen de Amón).

Máscara de Tutankamón

El reinado de Tutankamón no tuvo otro significado que este restablecimiento del orden tradicional del Egipto faraónico, bajo la influencia de los sacerdotes y generales conservadores. Tutankamón murió cuando sólo contaba 18 años y llevaba seis de reinado, probablemente en un motín palaciego.

Tutankamón debe su fama a que su tumba fue la única sepultura del Valle de los Reyes que llegó sin saquear hasta la edad contemporánea; su descubrimiento por Howard Carter en 1922 constituyó un acontecimiento arqueológico mundial, mostrando el esplendor y la riqueza de las tumbas reales y sacando a la luz valiosas informaciones sobre la época.

La maldición de Tutankamón

A principios del siglo XX la mayor parte de la historia del antiguo Egipto era desconocida para la mayoría de la población. Poco se sabía de aquella época, y menos aún de la mayor parte de los faraones egipcios.

Aunque se asocien las Pirámides de Egipto con los enterramientos de los faraones, lo cierto es que solo se usaron en el Antiguo Egipto entre las dinastías III (2650 a. C.) y XIII (1750 a. C.), pero ya en la dinastía XVIII (1300 a. C.) se prefería excavar grandes tumbas con varias salas en el interior de parajes escarpados (Valle de los Reyes). Estas salas se decoraban y llenaban de valiosos objetos y en ellas se depositaba el cuerpo embalsamado de los faraones, dentro de un sarcófago.

La tumba de Tutankamón de la dinastía XVIII permaneció oculta durante más de tres mil años. Existen evidencias de que fue sacada y luego restaurada en los meses posteriores a su enterramiento, pero el cambio de dinastía, y la tierra desplazada de los desescombros de otras tumbas próximas provocó que un siglo después del enterramiento de Tutankamón, el emplazamiento de su tumba o incluso la misma existencia del faraón habían sido olvidados. Los ladrones de tumbas de las dinastías XIX y XX incluso llegaron a construir algunas cabañas encima de la tumba sin sospechar de su existencia.

 

Momento en el que Howard Carter descubre el sarcófago.

Hallazgo de la Tumba

En la década de los años 1920, el egiptólogo Howard Carter descubrió la existencia de un faraón de la XVIII dinastía hasta entonces desconocido, y convenció a Lord Carnarvon para que financiase la búsqueda de la tumba que se suponía intacta en el Valle de los Reyes. El 4 de noviem bre de 1922 se descubrieron los escalones que descendían hasta una puerta que aún mantenía los sellos originales. El 26 de noviembre, en presencia de la familia de Lord Carnarvon, se hizo el famoso agujero en la parte superior de la puerta por el que Carter introdujo una vela y vio según sus palabras «cosas maravillosas». La tumba, luego catalogada como KV62, resultó ser la del faraón Tutankamón y es la mejor conservada de todas las tumbas faraónicas. Permaneció prácticamente intacta hasta nuestros días hasta el punto que cuando Carter entró por primera vez en la tumba, incluso pudo fotografiar unas flores secas de dos mil años atrás que se desintegraron en seguida. Después de catalogar todos los tesoros de las cámaras anteriores, Carter llegó a la cámara real donde descansaba el sarcófago del faraón desde hacía tres mil años. Y entonces empezaron a morir personas que habían visitado la tumba, lo cual es conocido popularmente como la Maldición del faraón

Primeras muertes

En marzo de 1923, cuatro meses después de abrir la tumba, Lord Carnarvon fue picado por un mosquito y poco después se cortó la picadura mientras se afeitaba, causando que la infección se extendiese por todo el cuerpo. Una neumonía atacó mortalmente a Lord Carnarvon, que murió la noche del 4 de abril. Se cuenta que a la misma hora de su muerte, la perra de Lord Carnarvon, Susie, aulló y cayó fulminado en Londres. Además, cuando Lord Carnarvon murió, en el Cairo hubo un gran apagón que dejó a oscuras la ciudad, pero momentos después regresó , en ese momento los familiares en el hotel se comunicaron con la empresa de electricidad sin recibir explicación del extraño fenómeno.

Poco más necesitó la prensa inglesa para airear las leyendas de la maldición de los faraones. Incluso algunos afirmaron que en un muro de las antecámaras estaba escrito: «la muerte vendrá sobre alas ligeras al que estorbe la paz del faraón», aunque en realidad esta frase nunca apareciese en las detalladas notas de Carter y el muro fue derribado para entrar en la tumba. Sir Arthur Conan Doyle se declaró creyente en la maldición, la escritora Marie Corelli afirmó tener un manuscrito árabe que hablaba de la maldición y el arqueólogo Arthur Wiegall publicó oportunamente un libro sobre la maldición de los faraones.

A la muerte de Lord Carnarvon siguieron varias más. Su hermano Audrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el último golpe al muro, para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco después, sin ninguna explicación médica. SirDouglas Reid, que radiografió la momia de Tutankamon, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después. La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia. Y un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo.

Al proceder a la autopsia de la momia se encontró que justo donde el mosquito había picado a Lord Carnarvon, Tutankamón tenía una herida. Este hecho disparó aún más la imaginación de los periodistas, que incluso dieron por muertos a los participantes en la autopsia. En realidad, excepto el radiólogo, los demás miembros del equipo vivieron durante años sin problemas, incluido el médico principal. El mismo descubridor de la tumba, Howard Carter, murió por causas naturales muchos años después.

A principio de la década de los 30, los periódicos atribuían hasta treinta muertes a la maldición del faraón. Aunque muchas de ellas eran exageraciones, la casualidad parecía insuficiente para explicar las demás. La falta de más escándalos y muertes extrañas disipó poco a poco el interés de los periodistas los siguientes treinta años.

Howard Carter ante el sarcófago

La maldición reaparece

En las décadas de 1960 y 1970 las piezas del Museo Egipcio de El Cairo se trasladaron a varias exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados, y los periódicos ingleses también extendieron la maldición sobre algunos accidentes menores que sufrieron los tripulantes del avión que llevó las piezas a Londres.

La última víctima atribuida a la maldición fue Ian McShane: durante la filmación de la película en los años ochenta sobre la maldición, su coche se salió de la carretera y se rompió gravemente una de las piernas

 

—————

11.06.2014 20:26

Suicidio en la adolescencia

El suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Asi que esa posibilidad terrible es un hecho muy real para muchas familias. La relación entre el suicidio, las ideas suicidas y la adolescencia se debe a las complicaciones que esa edad tiene para muchos chicos y chicas. La adolescencia es un momento de cambios muy profundos. Esos cambios se producen en todos los ámbitos. Los adolescentes viven una profunda transformación física en sus cuerpos. También pasan por un gran cambio emocional e incluso sexual. El paso de la niñez a la edad adulta que es la adolescencia tiene una complejidad que puede resultar fatal para algunos de ellos. Pero el suicidio no es una amenaza igual de grande para todos los adolescentes. Hay algunos factores que hacen que algunos chicos y chicas tengan más pensamientos suicidas o incluso lleguen a matarse.

Diferencias entre niños y niñas
Los datos dicen que las niñas piensan más en suicidarse pero lo hacen menos que los chicos. Aunque ellas piensan en el suicidio en un porcentaje que dobla al de los chicos, son estos los que cometen suicidio en más ocasiones. La cifra de chicos muertos en la adolescencia por suicidio es cuatro veces mayor que la de chicas muertas a esa misma edad.

Un grave problema entre las adolescentes latinas
El grupo de adolescentes latinas de entre 12 y 17 años es el que tiene, en Estados Unidos, la cifra más alta de suicidio en esa edad. Más que cualquier otro grupo de esos mismos años. También según los datos del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades, el 25% de las adolescentes latinas tienen pensamientos suicidas y el 15% de ellas intentaron un suicidio. Adolescentes con más riesgo de suicidio
Hay dos hechos que hacen que los adolescentes tengan más riesgo de suicidio, por un lado su propia estabilidad mental y, por otro, que no cuenten con recursos exteriores, es decir, apoyo familiar, de amigos o del entorno social. Existen algunas características en los adolescentes que les hacen más vulnerables a las ideas suicidas:

  • Trastornos psicológicos. Especialmente depresión, trastorno bipolar y crisis de ansiedad y, en general, la mayoría de las enfermedades psicológicas.
  • Abuso de alcohol y drogas. Los chicos y chicas que tienen problemas de abuso de sustancias también son más propensos a pensar en el suicidio.
  • Intento previo de suicidio.
  • Antecedentes familiares de suicidio. Un suicidio o intento de suicidio previo en la familia también está considerado como un factor de riesgo.
  • Acoso escolar. Cada vez son más frecuentes los suicidios a causa del bullying o acoso escolar.

—————

11.06.2014 20:21

Salud adolecente

La tristeza es un sentimiento de aflicción que todos padecemos alguna vez. Hay personas que la sufren más a menudo y otras que rara vez la padecen. Pero hay una edad en la que la mayoría de las personas se sienten tristes con mucha más frecuencia, es la adolescencia.

No es raro ver a adolescentes tristes. Quizá no les veamos llorar o nos cueste darnos cuenta de su tristeza porque la pueden ocultar con la ira, el enfado, la rebeldía o la apatía pero ahí está. La mayoría de los adolescentes pasan por ello, a menudo se sienten tristes o melancólicos.

Por qué está triste?
Muchos padres y madres se preguntan por qué les ocurre eso a sus hijos. Son chicos y chicas sanos que no tienen graves problemas, a los que la vida les sonríe y sin embargo, muchas veces los observan tristes.

 

No deben preocuparse por ello porque la tristeza es un sentimiento habitual durante la adolescencia que aparece por variadas razones, casi siempre unidas a los procesos de cambio tremendos que viven los adolescentes tanto en el plano físico como en el psicológico y el social.

 

Las causas más frecuentes de su tristeza pueden ser:

  • Frustración. Es muy habitual que las cosas no sean tal y como el adolescente esperaba. Eso que es un hecho que todos los adultos saben y asumen, es más difícil de sobrellevar en la adolescencia. Lo primero porque, en general, educamos poco a los hijos para que aprendan a enfrentarse a los fracasos y no les damos recursos suficientes para tolerar la frustración. Y, lo segundo, porque en la época de cambios que viven las cosas no son casi nunca como ellos esperan.
  • Susceptibilidad. Es otras de las características más unidas a la adolescencia. Los chicos y chicas a esa edad son muy susceptibles. Y esa susceptibilidad les nace de que no están demasiado seguros de sí mismos. Están creciendo muy deprisa, viven cambios físicos que los desconciertan, están comenzando a entrar en el mundo de los adultos pero ellos aún no lo son aunque tampoco son ya niños. Todo eso provoca inseguridad y la inseguridad hace que los adolescentes se sientan enfadados o heridos con frecuencia por todo lo que hacen las personas que están a su alrededor.
  • Sensación de pérdida. La mayoría de los chicos y las chicas adolescentes abandonan la niñez felices, les gusta sentirse mayores y hacen intentos por convertirse rápidamente en adultos, o al menos por parecerlo. Pero eso no quiere decir que no sufran por abandonar la niñez, que no tengan sensación de pérdida. La entrada en el mundo de los adultos aunque es progresiva tiene muchas dificultades así que los adolescentes sienten que han perdido ese colchón de protección en el que vivieron en su niñez, a veces también temen haber perdido el cariño de sus padres aunque eso no sea cierto. Pero el cambio en el tipo de relación que mantienen con ellos e incluso su intransigencia o su rebeldía que pueden hacer que las relaciones entre padres e hijos sean mucho más tensas en esos momentos hace que todo sea diferente. Y en cierto modo, los adolescentes pierden a los padres que tenían cuando eran niños o, en la mayoría de las veces, piensan que los han perdido.
  • Emociones exageradas. Si hay una característica que defina la adolescencia esa es la de que chicos y chicas siente todo de forma mucho más dramática. La alegría, la amistad, el amor pero también la tristeza. Una parte de la culpa de que eso ocurra la tienen sus hormonas que están actuando de manera acelerada y otra parte es debida a los cambios que los chicos viven a esta edad.

 

¿Cuándo deja de ser normal la tristeza de un adolescente?
Aunque es normal que los adolescentes estén tristes, sus padres deberán preocuparse si los periodos de tristeza son muy largos o esta es muy profunda o si produce en sus hijos pensamientos suicidas o provoca que asuman actitudes de riesgo. En esos casos, los padres deben buscar ayuda profesional inmediatamente. Lo más recomendable es hablar primero con el doctor del adolescente porque él sabrá cómo orientarlos.

—————